Comentaré brevemente unas ideas que Dalmacio Rodríguez Hernández desarrolla en un trabajo sobre el discurso de la fiesta y que han llamado mi atención.
A la hora de aproximarnos a la actividad festiva de esta época, una manera de hacerlo es a través de los impresos que han permanecido. Pero, no se trata de un corpus homogéneo puesto que la naturaleza discursiva de las obras que lo componen es “tan variada como las diversas circunstancias, modalidades y características de las fiestas que les dieron origen”.
Me parece interesante recoger las propias palabras del autor para explicar la relación entre estos discursos y su contexto:
Dado que estos textos participan del complejo entramado político y social que subyace al momento de realizar la fiesta, no es extraño que una parte esencial de sus contenidos sea de carácter doctrinal y propagandístico. Valga recordar que su escritura no pretendía estar al margen de las intenciones políticas del festejo, sino que emanaba de él y recuperaba varios de sus discursos esenciales.
Apunta una idea muy interesante, estos textos sirven de memoria, por lo que reflejan la magnificencia de estos festejos. Pero no olvidemos que también exaltan aquellos aspectos que más interesa dar a conocer ante un público general o concreto para que permanezca en su memoria. Pero además, añade otro dato que deberemos tener en cuenta: también pueden insertar otros discursos diferentes como pueden ser loas, emblemas, sermones, etcétera. Esto subraya la heterogeneidad de este tipo de texto como ya se ha indicado anteriormente.
Finalmente, vayamos a la revisión de carácter literario. Para Dalmacio Rodríguez se puede entender esta filiación y lo justifica así:
Como es sabido, los festejos renacentistas y barrocos daban especial preeminencia a las expresiones intelectuales y a las demostraciones de habilidad cortesana, en detrimento de “las manifestaciones de júbilo espontáneas y desordenadas”, para decirlo con Pilar Conzalbo.
Es decir, la literatura es un componente principal en estos festejos. Así, se realizan actividades y concursos literarios. Señala que según el lugar que ocupen las piezas literarias dentro de los festejos se preservarán bien de manera independiente, bien dentro de un discurso mayor. “Tampoco faltan los casos en que una forma literaria (un romance, por ejemplo) sea el vehículo para narrar el suceso, como ocurre en las llamadas relaciones de festejos”.
Todo lo anterior, da muestra de que su composición discursiva posee rasgos de variadas disciplinas. Así, podemos hablar de secuencias discursivas en las que predominará más una tipología textual u otra insertando el texto dentro de una modalidad discursiva concreta.
Siendo, pues, tan escurridiza y poco canónica la composición de los distintos discursos de la fiesta, llama la atención que dentro de la historiografía literaria novohispana constituyan un capítulo recurrente. Desde la primera historia de la literatura mexicana […] se viene mencionando, con mayor o menor énfasis, que la fiesta (y en consecuencia sus discursos) se relacionan con la producción literaria de la época.